ARCHIVO DE RELATOS

sábado, 8 de julio de 2017


ADIÓS AMIGO ÁLAMO
Fue la sorpresa inesperada, del caminar diario en la rutina de mi vida, solo fue un instante vacío del espacio tiempo, que mis ojos traspasaron al ver que mi viejo amigo álamo, había sido talado. Era la fecha y hora puesta por la herida de muerte dada por los hongos, que perforaron su corteza día a día en su trabajo de fermentación en su savia, que te dio el ser con sus jugos ricos en energía vegetal y verde como tus hojas. Fueron muchos años mirando tu majestuosidad de follaje y ramas, que bailaban con el viento desparramando hojas al aire como cotillón a mi paso, era el  saludo que te enseño la madre naturaleza en su sabia sabiduría del ciclo del carbono. Gracias amigo álamo por tu sombra, por vigilar mi camino y cobijar uno que otro nido de aves urbanas, convirtiéndote en su maternidad que alegró mi paso con el trinar de polluelos ávidos de vida y energía lírica. Ahora en tu lugar queda tu tronco como un monumento, para recordarnos que todo tiene su tiempo en la vida,y que su legado de viejo álamo son éstas pequeñas líneas de reconocimiento a un gran ser vivo vegetal, que yace convertido en trozos de troncos y ramas secas, en su cementerio natural de la ciudad..... Gracias 

RASCADITOS
Es nuestro ritual diario en las sombras de la noche, ahí donde los dos sabemos que este ritual debe realizarse, siendo el silencio nuestro mudo testigo de los rascaditos de amor. Es mi mascota sachy que se despierta a las 2 y 4 de la madrugada, después de su larga jornada de vigilancia diaria, durmiendo en mi cama enrollado como una malaya de peluche. Son las horas de nuestro encuentro con su cuerpo peludo y mis manos, que con suavidad de espuma van rascando y masajeando su humanidad animal, donde encuentra el relajo y la atención de su SPA personal. Es una atención personalizada que le brindo medio dormido y con ojos somnolientos, pero consciente que el guardián de la tribu se merece por su entrega diaria de mover la colita, sus miradas tratando de comprender nuestro comportamiento e idioma, sus fechorías, sus alegrías en carrera de sus pesados pies a su edad. Son rascaditos que se convierten en agradecimiento al pensar que en él no existe maldad ni mala intención, ni cuestiona nuestras malas actitudes y decisiones, él solo asimila la vida moviendo su colita, dando lo que el solo sabe hacer " dar alegría y amor de perro". Gracias sachita, tu rascador personal te ama y está a tu entera disposición de día y de noche, en nuestros encuentros secretos... Gracias