LA CARRETA DE PUEBLO

Allí va don Segismundo Cabrales en su vehículo de tracción animal, es su carreta de pueblo tirada por su fiel caballo“ el sin nombre". Es la escena típica que adornan los detenidos pueblos sureños, que con su parsimonia te dan esa paz y tranquilidad, para pensar que la vida es vivir de lo sencillo que te ofrece tu vida. Son paseos en carreta, que como libros abiertos te van mostrando su historia, con casas de adobe y sembrados que resisten estoicas el mazo de la tecnología, que se quiere apoderar de su historia con televisores, antenas, autos, cd y pen drive. Don Segismundo es un veterano de mil batallas, él es la memoria del pueblo con sus historias del tue tue, del chon chon, entierros y pactos con el maligno, que de generación en generación llegaron a sus oídos. Ahora él va en su carreta como una biblioteca móvil del pasado, llevando su cargamento de historias, secretos y machitunes que se extinguirán en su mente, al igual que las calles polvorientas de su vida...... Gracias.

EL JUGUETERO

Es mi amigo Carlos, que sus ratos de ocio los convierte en mundos de madera estáticos, con vida y color. Es su mente y manos combinados con sus sueños de niño, que hacen miniaturas de madera, que trasladan el mundo de hoy al pasado de infancia, haciendo volar la imaginación con sus obras maestras, convertidas en militares, bomberos, aviones etc. Son obras de arte rústicas, trabajadas a pleno pulmón, pero con la delicadeza del artista, del juguetero del tiempo que en cada juguete va su vida, su entrega y capacidad, que los años en sus canas le dan esa potestad, de ser el creador de sus pensamientos tallados y pintados a mano alzada. Carlos va mostrando con orgullo sus creaciones, él es un verdadero padre que en sociedad, va presentando sus hijos con los mejores trajes, que su pincel y pintura confeccionan para ser admirados por nuestros ojos. Gracias juguetero amigo, que en un lapsus de tiempo, nos hiciste soñar con nuestro juguetes de la infancia, esos que del pasado nos dicen adiós.... Gracias