ARCHIVO DE RELATOS

lunes, 23 de enero de 2017


EL PALTERO
Es un personaje desconocido que ni el mismo  sabe que es él, su tránsito por la vida es de tipo escurridizo y cuentero. Su título fue otorgado a razón de que, su fachada para hacer contacto de sus negocios turbios, era vendiendo palta hass, directamente desde el productor al consumidor. Su mochila a la espalda con el producto natural y el chamullo atento, hacían su oficina móvil como de esas virtuales que se ven en la tele, y las promocionan con pseudas secretarias curvilíneas, para el enganche bajo presión psicológica, casi erótica. El hombre en cuestión con su cara de velocidad, como roedor buscando queso, hacía su aparición súbita como diciendo : “ vendo dólares " como en el mercado negro, proyectando la desconfianza viva en su rostro, con ojos que al igual que un juego de  flipper, se movían rebotando por sus costillares. Nunca daba la cara, ni hablaba de actualidad, solo le interesaba si le dabas cabida en tu mundo para entrar y tomarse el codo, como un gran amigo fraterno de la niñez, que le da el alero para sus fechorías de adulto niño. Pasó el tiempo y el paltero sin paltas, desapareció de escena, tal vez se  dijo en su mente verde :”  aquí no hay brillo" , tomó su mochila raída, se emperifollo con su mugre detrás de las paltas y se perdió de la escena, al igual cuando le bajas el telón a una escena que no es para tus ojos.......... Gracias.

ESCUCHAR SIN VER
Es la música envasada que me traslada a otras etapas de mi vida, dónde solo la carátula del long play era el vídeo a tu disposición. Era sólo escuchar voces dulces, suaves y armónicas que te hacían danzar, pensando e imaginando sus rostros y su persona interpretando esas canciones del recuerdo, de amores juveniles e ilusiones que el viento se llevó. Escuchar sin ver fue mi mundo ciego, pero así y todo el planeta siguió su curso, mi barrio está ahí descarado y descolorido albergando otras generaciones, pero está. Mis amigos,  mis grandes amigos del tiempo escolar y juventud, están iguales y mejor que antaño, ellos vivieron esos tiempos de la carátula, ellos son ahora mis long play de vida, de vivencias, de la alegría de haber y vivir esos momentos del chicle, de la manzana confitada, del tiqui taca, de fiestas y malones, del brazo de reina y papas fritas. Ahora son otros tiempos a color, de velocidad, light, desechables, en vivo y en directo, la mente no se esforzará más en imaginar al grupo Abba cantando o un concierto de un cantante pop de la época del blanco y negro, de la época del escuchar sin ver. Todo ya quedó en la papelera de reciclaje de nuestras vidas, allí están esperando que las activen, para disfrutar y engolosinarse viajando al pasado, cosa que las nuevas generaciones no podrán subirse al carro de la tele transportación, pues no conocen las claves genéticas mentales de las cartas, del telégrafo, del betamax, del teléfono discado y contigo pan y cebolla, ésa base del verdadero  amor simple y feliz....... Gracias.