ARCHIVO DE RELATOS

viernes, 7 de abril de 2017



VAMOS A ACLARAR
Es como que estás pintando y debes atenuar un color determinado, para que la obra de arte de tu creación, quede espectacular o lo más cerca de eso. Pero en este caso no es eso, es una convocatoria a colocar las cosas en su lugar, es una cita hosca de baja ralea, para saber de que boca salió un concepto, que la gente murmulla y comenta, desordenando los egos pulcros  básicos de la apariencia y soberbia del receptor . Vamos a aclarar ¿será una nueva modalidad sobre la verdad de rumores de pasilllo de conventillo?, o será una modalidad del manual del perfecto caballero, que explica las virtudes y defectos del humano. Aclarar cosas, en especial rumores y pelambres de pelagatos de campamentos en toma, es rebajar el comportamiento humano, pues lo coloca al mismo nivel del chisme y sus creadores, pero más aún al que lo cree y lo da por hecho ¡ como verdad!, es decir se atraen como la mosca a la hez. Aclarar es tener la mente en alto y despejada, para estar preparado con entereza para navegar por ríos sucios y contaminados, con bruma espesa pero llevando el rumbo hacia la desembocadura, para seguir el viaje por el océano de la vida con viento a favor, cielo despejado y tu familia sonriente y feliz a tu lado..... Gracias. 


LAS CONEJITAS
Fue como en un cuento de hadas, ¡que me vi envuelto!, al igual que esos caramelos de fantasía, que son protegidos por celofanes multicolores, para que los niños sueñen e imaginen los sabores dulces, que son guardados como en un capullo,a la espera de esos niños golosos. Así estaba mi mente tratando de recuperar el habla y mi boca recuperar la mente, era todo confuso al ver estas conejitas risueñas hablándome, pero yo no las escuchaba, solo pensaba que mi hora había llegado y estos dos angelitos me daban la bienvenida al mundo de la fantasía. Solo sus risas parlanchinas me trajeron de regreso, me trajeron a la realidad de sus mundos de la alegría, de la sinceridad, de la inocencia y bondad que brotaban en sus ojos y rostros. Eran conejitas pasajeras que me visitaban para saludarme y saber de mi, saber si todavía escribía y leía los escritos a la gente, querían darme sus manos de la buena suerte en éste camino de la tinta y el papel. Fue un día mágico de cuentos y sueños, que me hicieron pensar, en las sorpresas regaladas del instante súbito del tiempo, de sus mundos de juegos y esperanza, con mi mundo del bastón, abrigo y canas, que la vida me va dando paso a paso, al igual que los latidos de mi corazón............ Gracias