ARCHIVO DE RELATOS

jueves, 16 de febrero de 2017


LA ESCALERA AL CIELO
Caminando y caminando en busca de mi destino, fue la sorpresa de mi vida, no sé si era sueño o realidad,  ¡ pero allí estaba!, majestuosa recortada contra el cielo azul, como telón de fondo. Era la escalera al cielo que se me atravesaba en mi vida, tal vez para ir preparando mi viaje o sólo una muestra de que el cielo existe y que solo hay que creer que la luz divina de nosotros mismos viene de allá, del infinito. Que maravillosa sensación de paz y tranquilidad al verla, fue como estar conectada con la vida espiritual, que te invitaba a pasar, a conversar y reconfortarme en sus antenas de madera, hecha de las milenarias araucarias chilenas. Tal vez el cielo está aquí en la tierra y no nos damos cuenta por ver sólo lo que el chips social te manda y domina, haciendo del humano una máquina de trabajo, producción, consumo, de hacer billetes y acrecentar la apariencia. Pero a mis ojos se presentó esta escalera ratificando que siempre mire la naturaleza y siga sus señales, para actuar como la inteligencia de la montaña. Gracias escalera divina, algún día futuro seguiré tu camino de antenas e intercambiaremos experiencias humanas y divinas..... Gracias

EL VIAJE POR LA CARRETERA
Fue solo hechar a rodar su vehículo por la carretera y el viaje se activó, en un itinerario que mi amigo Jorge inocentemente había planificado en su mente. Su tripulación de amor era su esposa y su querida suegra, todos reunidos en el espacio de su cupido motorizado. Pero el viaje fue solo el inicio de un mundo nuevo de consumos, fletes, adquisiciones, degustaciones, visitas y de un cuanto hay a una mente consumista compradora compulsiva de su nueva mami. Las paradas, el freno y el intermitente en la carretera se hicieron rutina, ¡pasemos a tomar desayuno! ¡miren tortillas al rescoldo! ¡pastel de choclos! ¡ haa se venden plantas! ¡ yerno ahí venden bebidas! ¡ hija me dio hambre!! donde venderán mermeladas!! miren allá venden chalecos!. Hasta aquí vamos en la mitad del viaje, aún falta la zona de paltas, de camarones de río, de sandías y melones, de pasteles y tortillas en los peaje y onces con pernil de chancho envueltos en pan con chicharrones, todo un Viaje gourmet de placer gustativo. Todo fue un ir y venir de mercaderías varias, desde la berma al consumidor, convirtiéndose mi amigo en un experto chef, un destacado decorador de interiores, un catador de vinos, un experto conductor especializado en estiba y guía turístico culinario. Pero no se preocupen el viaje ya está llegando a destino, pero en un par de días viene el regreso por el otro lado de la carretera, sector de muebles, esculturas, parrilladas, corderos, frazada y mantas, fábricas de colchones y somieres. Mi amigo Jorge en su amabilidad y generosidad, nunca les dijo que el solo quería sacarlas a dar un paseo para cambiar de aire,, fuerza Jorge falta poco......... GRACIAS