El Chocolo era un perro recogido de la calle ,había sido abandonado como cuando tira un papel en la calle ,quedando a merced del viento y el destino incierto. Kiko y Kena le tendieron ésa mano generosa y lo acogieron en su hogar ,con el manto protector del techo y comida para subsistir. El chocolo fue agradecido de sus nuevos amos, acompañando a los viejitos protegiéndolos y brindando sus travesuras de mascota ,como sus pulgas, ladridos y movimientos de cola. Pero como todo guardián, acompañaba a escondida a Kiko a la iglesia ,quedándose afuera en penitencia, hasta que alguien abría la puerta y el entraba ,situándose en el altar mirando al cura como hacía su sermón. Todos se miraban y reían para callado ,mientras el sacerdote emitía conceptos espirituales profundos , como la mirada del chocolo hacía su sotana y ademanes santiguando a la concurrencia. Terminada la misa , el buscaba a Kiko entre bancas , confesionarios y púlpito, para comentar la plegaria con saltos ,ladridos y su interminable movimiento de cola ,como persignándose como un devoto perro católico.........O.I.G.J.
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