ARCHIVO DE RELATOS

viernes, 10 de marzo de 2017



EL NIÑO Y EL PAN
Es la infancia, ésa que algún día en el pasado cubría nuestros cuerpos, nos mantenía inocentes en un mundo bajo el alero y mano de nuestras madres. Así en ese estado, del tratar de hablar sin poder expresarnos, Caminábamos por la vida con nuestro pan mordisqueado, como saboreando el respirar, el observar, el escuchar, el oír, el tocar, tratando comprender el  quizás del vivir. Tal vez ese pan hallulla, calentito recién salido del horno fue nuestra razón de vivir, al saborear su sabor y sentir sus crujientes sonidos sabrosos en nuestros paladares, nos manteníamos felices al saber que ese trozo redondo de trigo candeal, nos daba vida, sosiego y felicidad. Fueron muchos panes que me acompañaron en las calles de mi vida, como mi mejor amigo que mientras mis papilas gustativas hacían su trabajo, mi mente y cuerpo tomaban esa energía para decir. “ mamá te quiero "....  Gracias