ARCHIVO DE RELATOS

martes, 14 de febrero de 2017



TESORO VIAJERO
Fue un día viernes en la mañana, cuando Don Enrique dejo un bolso personal encargado a la Sra Mabel, ella en su bondad hacía de custodia de los tesoros que les dejaban a su cuidado. Ella con la amabilidad de su tiempo aprendido, colocó el bolso en el mejor lugar de su espacio, como un cuadro de Dalí lo protegió y admiró como la gran obra a sus ojos. Pasó el tiempo y Kiko retiró el bulto dando las gracias y el pago respectivo a su protectora, fueron horas de ausencias en su trámite que los alejaron. Presuroso al llegar a su templo de descanso y trabajo, abrió la bolsa extrayendo el tesoro visto por otros ojos a través del plástico, allí estaban las hallullas de pan duro como pedazos de piedra, que viajaron de otra ciudad a su cometido. Eran 6 panes duros que kiko molió y trituró, convirtiéndose en un maná que hizo caer en el gallinero y que el gallo josefino agradeció con un cocoroco al viento, haciendo salir a su harem de gallinas a disfrutar del tesoro viajero, del pan Dalí, del compromiso humano.... Gracias